Te quedaste, entre el polvo sudado de maíz, en el surco manchado de luz, en los olivos sucios de cielo, en los rastrojos húmedos de amanecer. Sepultado de mañanas y puzzles de estrellas. Tú lapida escrita de hierba, tiene la huella del poema, que se establece en el papel, que respira en la palabra. Dicen que en Diciembre, en Lopera todavía se escucha acento ingles, en la tierra caída de sol.
1 comentario:
Me ha emocionado mucho Edu...Un abrazo
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