Alcobendas ultimo domingo de junio de 1936

Alcobendas huele a pan caliente y al trigo deshojado de grano tras la tormenta. Por la calle Espoz y Mina, trota la paja en la mula y varios paisanos van al olor del vino de La Favorita, a matar el polvo del surco y el Terrón en el vaso.

El sol experimenta con calor en la Calle Chamberí y las mujeres recuperan el blanco de las camisas en el lavandero de las Charcas. Por el camino de la Fuente de la Mina, la mañana se tumba a las puertas de las casas. Los monaguillos de Sebastián Mariano Izuel, dan campana de Cristo al aire y a las nubes, canta Junio a grillo y rana en el Arroyo de la Vega y en la Plaza de la Constitución, los de la Casa del Pueblo programan reformas Agrarias botijo en mano.

Se adormece el reloj del Ayuntamiento en la siesta y en los campos tapados de huerta y viña exprimida. Saluda el Alcalde Enrique López Silva a los de la Guardia de Asalto, alistados en patrulla por el presidente del consejo de Ministros Casares Quiroga, para dar tranquilidad a la Republica.

Y hoy es Domingo, donde ya escarba el lunes en el, pero nos queda que la noche aparte a la tarde y mi mano descendida a tu falta, a tu blusa suelta de botones y te traslade mis besos.

Atardece Alcobendas con Morena Clara de Florián Rey en el Cinematógrafo y en su íntimo, anochece después de leche merengada, el amor.