domingo, 8 de junio de 2008

Desde una mañana de polen



Detrás de cada mar,
Hay un cielo que soñó que existía.

Una primavera de cereal,
cae en cenizas de lluvia,
una brizna de madrugada,
despierta en estela de luz.
Brumas de cristal
dejan granizos de sol,
que abren una fosa azul,
al esqueleto de la luna.

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