lunes, 3 de marzo de 2008

(Al poeta Ángel González, este en la nube que este)

Cuando calla una pluma,
santurrona de taberna,
de pitillo y blues.
Se silencia un poeta
acelerado de cebada
cofrade del tintorro
y costura de barra de bar.
Nos abandona, sin un adiós,
un gangster del verso,
de aquella parroquia
de pistoleros de campanario,
generales de sotana
y piquetes del alba.
Cuando se despide sin despedirse,
pienso, que en alguna
terraza de luna,
se ha quedado a soñar.





No hay comentarios: