lunes, 3 de marzo de 2008

A las Lina Odena de este mundo

Miliciana,
tu mano que buscaba
el surco arado, el trigal,
sin querer, empuña el fusil,
la barricada, la trinchera,
dejas la tierra, la azada,
por la bala cargada,
el maíz,
por la bayoneta afilada,
llevas el polvo de la batalla
en la piel
y en tu frente,
calan el sol y la metralla.



(Una miliciana es la mezcla de aquellas "espigadoras" de pinceles de Jean-Francois Millet y una Manuela Malasaña con tijeras de cartucho)

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