lunes, 3 de marzo de 2008




Madrid es una tarjeta postal,

nubes de barquillo y buñuelo,

en donde los corazones centellean zarzuela.

El viento, hojas de otoño que huyen,

la ausencia, exilio de Abril.

Las estrellas de invierno azul,

se enredan en estas horas,

en cenizas de atardecer.

Cibeles se diluye en luceros miopes de Anís,

hila Velázquez en la noche,

SOL es un lienzo de lluvia sin Goya,

el firmamento nunca existe sobre los raíles de Atocha.

Se besa en los hoteles,

se ama en las esquinas,

Madrid muere en el cielo,

entre poetas de pincel y pintores de pluma.

No hay comentarios: