martes, 9 de diciembre de 2008

A veces, al encender el periódico, uno puede creer que siempre es Julio…



Julio de trigo, espigado de viento, Julio en tus ojos, fusilado, de cuneta, Julio que huye, de piquetes del alba, de voz de legionario lisiado, Julio alzado, de paseíllo, de muerte, de despedida, de trinchera, de columna, de puño cerrado. Julio de poetas de plumas, afiladas a tinta en el frente. Julio que divide el mundo, Julio de milicianos de alpargata, Julio es Madrid tiroteado, Julio de cruzada, de camisas viejas, de tapias y cementerios cansados de muertos. Julio azul camisa, de rojo pañuelo, Julio de barricadas, agitadas de corazones, Julio paqueado, de emboscada, Julio de brigada y regimiento, de cirio y martillo, julio, julio, siempre Julio, como un verano permanente entre el mar del estrecho, y la nieve de las montañas de España.

3 comentarios:

Marina Casado dijo...

España está hoy llena de fantasmas. Fantasmas que, con el puño en alto, gritaron aquello de "No pasarán". Fantasmas que tuvieron que cruzar las fronteras para nunca volver. Fantasmas asesinados por el mero hecho de ser poetas.

Sus voces permanecen en España, arrastradas por ese viento del pueblo tan antiguo que a veces sopla para recordarnos que la libertad no la tienen los que no tienen su sed.

Un saludo.

Marisa Peña dijo...

Yo recogí esa antorcha de manos de mi abuela. Sigo tejiendo el hilo de la memoria, por ella, por todos ellos, por los que no pudieron y ya, no podrán hablar. Un abrazo.

Edu dijo...

Hablar, la historia, las piedras, los cementerios, no han dejado de hablar, de decir...Aquellos vientos del pueblo enterrados, se han encargado todos estos años de que no se borre la memoria.
Saludos.